La tendencia de los clubes a escala mundial es articular el trabajo de sus divisiones formativas con el de sus equipos principales. ¿Es eso posible en Ecuador? Claro que sí. Hay clubes en el país que tienen ya experiencia en esta clase procesos. Acá en Barcelona es lo que estamos tratando de corregir. Es una labor que toma tiempo, pero que cuando empieza a dar resultados, los clubes son los únicos beneficiados.
¿A qué beneficio se refiere?
Si se logra consolidar una sola idea de trabajo entre los equipos juveniles y el profesional la transición de los jugadores de una etapa a la otra es menos complicada. Los jóvenes son el patrimonio de los clubes. ¿Quiere decir que el trabajo de los dirigentes de clubes en sus equipos formativos debe ser entendido como una inversión?
En Ecuador se tiene la idea de que es un gasto. Pero para el resto del mundo es una inversión que en el futuro dará réditos económicos y futbolísticos. Cuando usted asumió la dirección técnica de Barcelona dijo que uno de sus objetivos es formar un patrimonio de jugadores. ¿Cuán lejos está de lograrlo?
Eso es algo que no se puede lograr de un día para otro. Constantemente estamos probando jugadores en el primer equipo. El objetivo es que Barcelona tenga jugadores propios y que los que se contrate sean únicamente para reforzar el equipo. Ahora ocurre todo lo contrario. El 90% de los jugadores que tiene actualmente la plantilla no le pertenecen al club. Eso es lo que pretendemos cambiar. ¿Pero puede un club ecuatoriano manejar la tendencia de clubes europeos que tienen caza talentos en todo el mundo?
Es una tarea complicada. Los clubes europeos son muy fieles a sus procesos y eso hace que el trabajo con el fútbol de base sea más responsable. Nosotros (Sudamérica) no tenemos el poder económico que tienen clubes como el Manchester United, Arsenal, Barcelona, etc... Pero es precisamente eso lo que hace que nuestro trabajo sea más interesante. En la austeridad se desarrolla una visión más integral y crítica para descubrir nuevos talentos. ¿Cuánto ha influido en las divisiones formativas el hecho de que los clubes tengan un sentido más empresarial?
Negar que el fútbol se ha convertido en un negocio es imposible. Lo es desde que los jugadores empezaron a ganar sueldos y se les otorgó un precio en el mercado. Un jugador no solo se cotiza por su habilidad y destreza con la pelota, sino también por su juventud. Es hacia ellos donde están apuntando los equipos a escala mundial. ¿Quiere decir que las divisiones formativas deben ser concebidas desde una visión empresarial?
Sin ninguna duda, caso contrario los clubes tendrían que dedicarse a comprar jugadores y a no vender ninguno. Eso significa que el dinero va a salir, pero no va a entrar. No podemos cerrar los ojos. El dinero se ha convertido en un eje importante en el fútbol. Messi fue fichado a los 11 años. Hace dos semanas, el Real Madrid anunció la contratación de un menor de siete años. ¿Qué significa que incluso los niños entren en esta dinámica mercantil?
Que nadie quiere dar treguas. Que los equipos más poderosos tienen ojos en todo el mundo, observando a los nuevos talentos que surgen todos los días. La tendencia está encaminada hacia los procesos. Los clubes actualmente no solo piensan en resultados inmediatos sino también en cómo sostenerlos en el futuro. ¿Entonces es más fácil para quienes aún son niños asimilar la filosofía de los clubes?
A eso es precisamente a lo que apuntan. A formarlos con sus ideas desde temprana edad. Ese es el inicio del proceso. Así, cuando llegan al equipo de primera todo está ya asimilado. Lo que resta es consolidar esos conocimientos en el profesionalismo. Argentina es uno de los mercados más activos. Pero se cuestiona mucho que los futbolistas sean vendidos jóvenes a Europa...
Eso se debe a que el trabajo en las formativas está desarrollado. Los clubes han asimilado que esos jóvenes son su patrimonio e invierten dinero en ellos. Por eso los venden cuando empiezan a consolidarse en el balompié local. ¿Eso quiere decir que es normal, en Argentina, un futbolista debute en un equipo y seis meses después sea vendido a Europa?
El fútbol argentino disfruta poco de sus estrellas. Quizá porque detrás de cada crack hay una inversión. Pero lo ideal sería que se consoliden en lo local y luego trasciendan en el exterior. En Ecuador ha ocurrido lo contrario. Los jugadores que han sido transferidos a otros clubes han estado consolidados. ¿Acá, algún día pasará lo de Argentina?
Si se empieza a hacer un trabajo responsable, los cazatalentos que viajan todo el año por el mundo se van a fijar en los jóvenes ecuatorianos. Aunque sé que ya han salido algunos como Edson Montaño y Joao Plata. Todo es cuestión de tiempo y trabajo.HOJA DE VIDA
Luis Francisco Zubeldía
El joven estratega de Barcelona nació el 13 de enero de 1981 en Santa Rosa (La Pampa), Argentina.
Como jugador, militó en Lanús (Argentina) entre 1998 y el 2004. Una lesión de rodilla lo obligó a retirarse a los 23 años.
Como técnico dirigió a Lanús entre el 2008 y el 2010. Es técnico de Barcelona desde el 23 de junio pasado. Tiene contrato hasta el 2012
Luis Francisco Zubeldía
El joven estratega de Barcelona nació el 13 de enero de 1981 en Santa Rosa (La Pampa), Argentina.
Como jugador, militó en Lanús (Argentina) entre 1998 y el 2004. Una lesión de rodilla lo obligó a retirarse a los 23 años.
Como técnico dirigió a Lanús entre el 2008 y el 2010. Es técnico de Barcelona desde el 23 de junio pasado. Tiene contrato hasta el 2012